“Brocha de pintura” por Valentina Rivera Valdivia
Soy estudiante de segundo año de Trabajo social, decido donar esta brocha de pintura en representación a una experiencia que viví en la enseñanza media en mi colegio, experiencia que más tarde, sería un factor decidor en la elección de mi carrera profesional.
Estudié toda mi etapa escolar en un colegio perteneciente a una fundación católica, entrando a enseñanza media, el departamento de pastoral organizaba actividades de acción social, tales como; visitas al hogar de cristo de la comuna, colegios de educación básica especial, jardines infantiles con escasos recursos. Etc. Viajamos a una localidad llamada Cuncumén, ubicada al interior de Melipilla en un sector rural, una comuna perteneciente a la región metropolitana , aquí estuvimos aproximadamente una semana en un pequeño pueblo que contaba con muy pocos recursos y en su mayoría estaba muy mal cuidado, el objetivo de nuestro viaje era realizar trabajos en cada una de las casas del lugar, para contribuir a un mejoramiento tanto en la apariencia física como en la economía de cada familia. Esta brocha que estoy donando fue la que utilicé para pintar la casa de un matrimonio de abuelitos que estaban prácticamente abandonados por sus familiares, ellos estaban muy contentos y agradecidos por el cambio que habíamos hecho en su hogar, el señor me contó que sus hijos ya no los visitaban y ni siquiera los llamaban, me comentó también que había intentado trabajar, pero no lo aceptaban por su edad (a pesar de estar capacitado no le daban oportunidad).
Esta experiencia de ayudar a otros me había entregado la posibilidad de conectar con la realidad de manera muy impactante, sabía que lo que estábamos haciendo se resumían a ayudas únicamente momentáneas, yo buscaba algo más. Es por esto, que al momento de elegir mi carrera profesional escogí el trabajo social, investigando sobre cual era su rol en la sociedad, logré darme cuenta de que, a través de él, es que podría lograr cambios reales, siendo uno de los principales objetivos el bienestar y calidad de vida, estaría capacitada para entregar herramientas necesarias para que las personas puedan por sí mismas transformar sus vidas. Lo que más me llamó la atención fue el amplio campo de trabajo que tiene esta carrera, esto me hizo pensar que podría hacer cambios significativos y más permanente en muchos ámbitos de la vida de una persona, creo que es muy especial poder trascender positivamente en la vida de alguien más.
“Casas Osorno” por Javiera Salgado.
Desde que tengo memoria sabía que iba a estudiar en Osorno, fue así como pasé por una y otra carrera que era impartida en esta ciudad, leyendo una y mil veces de qué se trataba y qué materia se pasaba, ninguna llamaba mi atención, hasta que me topé con la carrera de trabajo social, que si bien nunca había estado entre mis opciones, sí sentía una especie de interés hacia esta profesión, al hablar del tema con familiares y amigos todos comentaban que por mi forma de ser sí me imaginaban ejerciendo de trabajadora social, esto debido a que desde pequeña siempre he sido alguien empática, siempre me ha gustado ayudar a los demás, siempre preocupada de qué puede estar pasando el otro, etc. Fue por esto que estaba un poco convencida ya con esta carrera, cuando terminé de decidirme fue al momento de regularizar el registro social de hogares, donde una trabajadora social fue hasta mi hogar y, si bien me costó, pude realizarle preguntas que le permitan contarme cómo era la profesión y dónde se podía trabajar ya que, hasta ese momento tenía la idea de que solo se podía trabajar en la municipalidad y los colegios.
La imagen de las casas me conecta con el Trabajo social principalmente por el hecho de que en cierta parte, habían decidido por mí el que iba a estudiar en Osorno, desde que iba en segundo básico una tía, quien vive en la ciudad, me ofreció quedarme con ella al momento de llegar a la universidad, cosa que se mantuvo con el tiempo y es por eso que, habiendo más escuelas de trabajo social, me quedé en la de nuestra universidad.
También me conecta con el trabajo social ya que, con el paso del tiempo y lo que he aprendido en lo que llevo estudiando, la mayoría de las problemáticas sociales en las que puede interceder el trabajador social nacen en el hogar o por la carencia de este mismo, ejemplo de esto, las problemáticas familiares, nacen en el interior de las casas o afloran dentro de estas e incluso por x o y motivo, culminan con la perdida de esta misma.
“La misión” por Catalina Asenjo.
Mi nombre es Catalina Asenjo soy alumna de cuarto año, la idea de estudiar trabajo social nunca fue mi primera opción de echo sentía que iba a fracasar, que también seria muy débil a enfrentarme algunos casos que me tocara ver a futuro, ya que, soy muy corazón de pollito. Siempre he soñado con ayudar a la sociedad desde adentro en alguna institución que ayude a generar un cambio en la vida familiar de las personas y sentía que si lograba ayudar a las personas ya sea con lo más mínimo me iba a dar por bien pagada.
El objeto que donaré es la hoja de la primera clase que tuve de trabajo social con el profesor Vivanco, recuerdo que el primer día no iba segura en lo que me había metido, sentía que no iba a ser capaz de lograr todo lo que he logrado hasta ahora, siendo mamá 24/7 y estudiar se veía difícil, en esta clase que tuvimos me enamoré desde el día uno de esta carrera comenzando con lo más básico.. ¿ Qué era el trabajo social?, lo que fueron los pioneros y de lo que hacemos diariamente por esta sociedad , fue con esta clase que me decidí quedar en la carrera y decidí seguir adelante para un día lograr poder ayudar y generar un cambio en la sociedad.
“una Vela” por Marcela Hernández. Estudiante de 4° Año.
Desde muy pequeña tuve una fuerte conexión con mi entorno familiar y social, donde la comunicación y las ideas de mis familiares y vecinos, se convertían en acciones y hechos importantísimos para el desarrollo de la pequeña comunidad rural. Acciones que con el tiempo se transformaron en mejoras y cambios para las familias. Mi abuelo fue el primer presidente de la junta de vecinos de Pindaco, que es donde me crie, a través de él y de mi familia, aprendí el valor de trabajar en equipo, de luchar por cambios y de ver no solo al interior de nuestro hogar, sino más bien lo que lo rodea. También mi tía Andrea, quien estudió para ser profesora, me abrió los ojos sobre la realidad de los niños y niñas de sectores vulnerables del país, ella me incentivó a ser un agente de cambio, a educar, y a solidarizar con las personas. Esto entre otras razones, me llevaron a estudiar y perfeccionarme en el área de Trabajo Social.
Elegí la vela como mi objeto, ya que gran parte de mi infancia, la viví en un sector rural que no contaba con buena electricidad, por lo cual era común usar velas para iluminar la vivienda, con ella podías avanzar y encontrar cualquier cosa que buscaras. La vela me lleva a pensar en el Trabajo social, porque sin ella nuestra visión es nula, no podemos ver con claridad nuestro entorno. Con ella en cambio, podemos ver lo que hay a nuestro alrededor para tomar correctamente una decisión, o la herramienta que necesite , En la sociedad que vivimos, muchas personas viven sus vidas como si no tuvieran una vela, recordando únicamente su propia existencia, sin embargo el Trabajo social nos lleva a pensar más allá de nosotros mismos, logrando alumbrar otras realidades, visualizando problemas sociales, desigualdades, discriminación, entre otros.
En el Trabajo social también podemos servir de vela para otros, ayudándolos a ver sus propias realidades y buscando ideas, alternativas o estrategias para abordar cada uno de los problemas que enfrenten. El trabajo social es recepcionista de velas, sin importar como sean, grandes o pequeñas, las enciende de igual forma, para hacerlas brillar en diferentes lugares, con una luz solidaria y transformadora, que alcance para todos.
“la idiosincrasia del pueblo chileno” por Javiera Gutiérrez Cárcamo
Este objeto lo dono con especial afecto arraigado desde un espacio de mi corazón y lo comparto en este proyecto denominándolo: “como subsistir con dignidad cuando la vida y sociedad es una constante crisis”.
De manera breve, esta bandera pertenecía a mi tata (abuelo) “chico lalo”, persona que se encargó de mi crianza junto con mi madre y abuela; el 2019 ocurre en Chile el estallido social, y fue ahí donde se reconstruyó esta bandera. Mi tata le escribió “junten miedo, el pueblo unido despertó”, con esta frase colgada en las espaldas, salía a marchar.
Esta bandera simboliza al Trabajo social en su máxima expresión, debido al motivo por el cual fue creado, no por hacer alusión (en ninguno de los casos) a nuestra colonización y menos para elogiar a la patria chilena. El autor de tal objeto, creado en el año 2019, fue una persona apasionada, trabajadora, humilde, que vivió muchos años de su vida en la pobreza, les hablo de un hombre servicial, que además vivió diferentes acontecimientos y hechos sociales que lo dejaron fuertemente marcado con experiencias que dolían hasta sus últimos días. El Trabajo Social es una disciplina que se puede potenciar en gran manera, si se ejerce con vocación y dedicación, y para ello, es fundamental trabajar con el corazón. No hago alusión a trabajar desde la sensibilidad y la perceptibilidad en cuanto al manejo de las personas sobre otras, sino a actuar con una actitud altruista. Aquel objeto simboliza la idiosincrasia del pueblo chileno, representa el obrero, la dueña de casa, el campesino, la madre soltera, los pueblos indígenas, personas en situación de calle , de discapacidad, disidencias, entre otros, y esto debido a tanta injusticia que se prolonga a través de los años y que además, algunos gobiernos se dan el lujo de ignorar, tapando el sol con un dedo; simboliza también la constante y eterna lucha de las personas en situación de pobreza, de las familias “clase media”, que, en una última instancia y a través de protestas, consiguen obtener derechos que les proporciona una vida digna; junto con ello, esta bandera también simboliza la esperanza, una esperanza que persiste y se vuelve más fuerte con el pasar de los años, la cual lleva al pueblo a no descansar hasta obtener un buen vivir, y a partir de ello es lo que genera la constante lucha del pobre, ya que desde siempre lo único que reciben son soluciones altamente paliativas que a fin de cuentas, no dan solución a los problemas, y no abarca todas sus aristas. En esta medida y para ir finalizando, te invito a reflexionar en la primera frase de esta bandera: “junten miedo”, esta nos lleva a interpretar de manera aún mas clara el -hacia quién y por qué-. El abanico de factores que ha causado el descontento social, es producto de las migajas que entregan la mayoría de los gobiernos, mostrando un circuito que se repite y que reafirma la idea de que mientras haya injusticia en los pueblos nunca habrá paz social.
Mi abuelo fallecido a sus sesenta y seis años de edad, fue una persona muy reconocida en la ciudad que lo vio partir, especialmente por dos razones, la primera por ser un fanático del equipo chileno Universidad de Chile, en donde viajaba de norte a sur para alentar a estos mismos, y la segunda por ser una persona muy humanitaria, solidaria y generosa, que si yo, su nieta mayor hiciera una colecta de relatos de personas a las cuales ayudó, podría fácilmente hacer un libro. Este objeto lleva algunos años colgado en la pared de mi habitación, y hoy… lo dono con mucho cariño.
“Zapatillas” por Catalina Birke Rauque
Llegué al trabajo social, gracias a la mamá de una amiga que es trabajadora social, a veces contaba algunas de la situaciones que pasaban en su lugar de trabajo, encontré que era interesante, y desde ese momento comencé a investigar sobre la profesión, y descubrí que era de todo mi interés.
Quiero empezar mencionando que me siento muy orgullosa y feliz de ser parte de este gran proyecto.
Cuando tenía 16 años, decidí cuál sería la profesión que estudiaría al salir del colegio y que también me acompañaría el resto de mi vida, el Trabajo Social. Siempre me interesó ayudar a los demás y preocuparme por el prójimo, y que mejor carrera que el Trabajo Social para hacerlo, que desde siempre se ha esforzado en mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables de nuestra sociedad.
El objeto que quiero donar, son estas zapatillas, las cuales tengo hace años, junto a ellas he vivido muchas cosas, pero una de las más importantes, fue cuando el años 2021 realicé mi primera práctica (no profesional), con ellas recorrí las calles, toqué muchas puertas, en donde no siempre me abrían, pero seguí caminando para lograr mi objetivo, también entré a muchos hogares en donde vi diversas situaciones y escuche inquietudes, tristezas, felicidad, emoción e historias de vida, pero también agradecimiento por mi labor, lo cual al final del día me hacía muy feliz, porque quiere decir que algo estaba haciendo bien.
Espero seguir viviendo muchas experiencias más con estas zapatillas o cualquier otras, y seguir siendo un aporte para tantas personas que lo necesitan.
“El sobre inicial” Por Macarena Mancilla Cárdenas.
Dentro de mi personalidad, siempre encontré una motivación por ayudar a los demás, me gusta poder colocar mi granito de arena en los logros de los demás por más pequeño que sea, creo que esta parte de mí me motivó a entrar en esta bella carrera, quería comprometerme con un desarrollo social pero además tener la oportunidad de crear una investigación de fondo, algo mucho más profundo y quizás lograr alguna transformación. Cada día que avanzo en la carrera me veo más motivada.
El sobre que hoy estoy donando tiene relación con la primera ayuda material que pude ofrecer dentro de mi práctica como estudiante de tercer año de Trabajo Social, ya que como grupo tuvimos varios percances en la modalidad online. Al momento de tener que cambiar 2 veces más nuestro lugar de práctica, con mi compañera sentimos un deber aún más grande por no lograr un trabajo con el que nos sintiéramos conformes, y esta vez decidimos que tendríamos que viajar para lograr una ayuda más profunda y comprometida. Esta vez, teniendo un campamento bajo nuestra asistencia, mi compañera desde Puerto Montt y yo desde Chiloé tomamos la iniciativa de viajar para lograr entregar cartas a instituciones donde nos pudieran colaborar con nuestros objetivos para la comunidad con la que trabajamos. En resumen terminamos nuestro trabajo con satisfacción, con varios logros y sobre todo contentas por la ayuda que logramos brindar.
“un puente” por Anelice Cárcamo Varga.
Crecí en el sector de Rahue bajo en la ciudad de Osorno en Chile, eso significó vivir en un contexto de problemas sociales que están a la vuelta de la esquina, algo que me llevó a compartir con gente de muy pocos recursos y en situaciones muy complicadas. Es así como coincidí en más de una ocasión con algunos/as de los/as habitantes de los puentes de Osorno, personas abandonadas por la sociedad y perdidas en algún vicio. Lo que más lamentaban era el no tener apoyo social y al parecer ninguno de ellos/as tenía esperanzas sobre sus futuros.
Un día uno de los varios habitantes de los puentes que conocí pasó al frente mío, por ese mismo puente con su hijo, con un futuro por delante, esta vez cruzándolo y desde arriba y fue entonces cuando me cuestioné por primera vez si las personas podemos ser un puente para otras personas, porque quería hacer que estas situaciones de poder surgir y de tener nuevas oportunidades puedan repetirse de nuevo para quienes lo necesitan con urgencia. Al final un puente une dos realidades, esta construido con el fin de que las personas puedan llegar más rápido y de mejor manera a sus objetivos, es refugio pero también un impulso a seguir hasta el otro lado. Es así como descubrí que ese puente se llamaba trabajo social y decidí estudiarlo, hoy cursando el cuarto año sigo con el mismo concepto del puente que me llevó hasta aquí, somos intermediarios entre los derechos y las personas que más necesitan que se les garanticen estos y eso ha sido lo más parecido a un puente de lo que he conocido hasta ahora.
“Diario de Campo” por Pablo Treufo
Este Cuaderno de campo lo tengo desde el año 2021 donde inicie mi primera practica con comunidad que fue en el sector de el mirador de ovejería, donde fui participe directo de la junta de vecinos y la organización detrás de ella, muchas veces por lo menos aquí en el país se toma en menos las labores de los dirigentes vecinales pero nadie se pregunta,
¿Quién se dio el tiempo de enseñarse a ellos a ser lideres?
Nadie se pregunta
¿El tiempo que le dedican a los tramites legales para poder entregar un beneficio a su comunidad?
y todo esto ser dirigente social es un papel gigantesco de repetitividad desde la mirada de un trabajador social (Yo como estudiante).
Dentro de esta practica y anote todo los movimientos hechos por mi dentro de la comunidad. la cual fue una experiencia lograda a pesar de las adversidades de la pandemia.
PD: y pretendo seguir con este cuaderno hasta que termine mi periodo como estudiante y tenerla como respaldo de mis experiencias empíricas como participe de estas practicas.
“Sede Multifuncional” por Selenne Sepúlveda
Mi relación con el trabajo social comenzó en mi estadía por el liceo, donde trabajábamos de manera voluntaria con diversas ONG y la mayoría del tiempo en el establecimiento realizábamos actividades benéficas. El poder ser de ayuda para las personas, realizar aunque sea un cambio mínimo en su vida es significativo.
Este objeto es donado por las experiencias y aprendizajes adquiridos en la practica durante el año 2021, que marcaron significativamente la relación y vínculos con las personas del sector.
Debido al acercamiento que tuvimos el año 2021 con los vecinos del sector, la mayoría adultos mayores que participaban activamente en la Junta de Vecinos y que por la pandemia esa participación se vio afectada y reducida considerablemente, con mi equipo de practica acercamos y promovimos nuevamente la participación de los vecinos ayudándoles con diversos beneficios y trámites especiales para ellos.
Me conecta con el trabajo social debido al rol y la implicancia que tuvimos en búsqueda de mejorar la calidad de vida de los vecinos del sector con la obtención de beneficios y mejoras para los vecinos del sector, como cajas de alimentos, mejoras habitacionales, cajas de productos de higiene de primera necesidad, postulaciones a subsidios, etc.
“Libro de registro de actividades” por Scarlett Alvarado
Mi primer acercamiento a la idea de estudiar Trabajo social fue mediante una profesora de la enseñanza media, ella nos comenzó a mi y a mi curso a inculcar la iniciativa de llevar ayuda y apoyo a campamentos y diversas entidades
El objeto en cuestión es una libreta de registro, la tengo desde primer año y al día de hoy le quedan muy pocas hojas. La utilizo para anotar datos importantes, fechas, nombres, actividades, todo en contexto de la carrera. En ella esta registrado la primera vez que fui a una visita domiciliaria y a la primera persona con quien pude comenzar una intervención. Es muy especial para mi y tiene un significado emocional por la cantidad de recuerdos que hay en ella. (4 año de trabajo social)
“Entrada al Colegio Proyección” por Angela Valenzuela.
El primer acercamiento al Trabajo Social fue por la constante iniciativa de ayudar a los demás en distintos aspectos de su vida, es importante mencionar las visitas a residencia de niños, niñas y adultos mayores por medio de la iglesia a la cual asistía antes de ingresar a la universidad, en esas instancias nació un fuerte deseo e interés por estudiar Trabajo Social, al día de hoy estoy más que segura y feliz de mi decisión, es una carrera que me ha aportado significativamente como persona.
Mi objeto es la entrada del Colegio Proyección Siglo XXI de Osorno ha sido un espacio significativo para mi, ya que he realizado monitoreos en cada recreo de los estudiantes, he logrado crear un vínculo de afecto por las distintas muestras de cariño que he recibido por parte de ellos. Cada estudiante es único y especial. He intervenido en sala y participado en distintas actividades, en donde además de aportar a mi desarrollo como futura profesional, he compartido, reído y disfrutado junto a los estudiantes. Quienes desde mi llegada al establecimiento me recibieron con una sonrisa al ingresar todas las mañanas por la puerta principal. ( estudiante de 4 año).
“Diploma de la JJVV” por Javiera Villarroel
Me llamo Javiera Villarroel, curso cuarto año de Trabajo Social, desde pequeña me he interesado por el bienestar de los demás, esto se demostró durante mi etapa de educación básica, donde me caracterizaba por apoyar a mis demás compañeros y participar en mejorar los problemas sociales que se presentaban en la localidad rural donde resido. En el transcurso de estos años una profesora me oriento sobre la carrera de Trabajo Social ya que ella me visuavilizaba ejerciendo esta carrera. Desde ese entonces investigue sobre que trataba y que ramos impartía, enamorándome de ella y tomando la decisión que estudiaría Trabajo Social.
Dono este objeto porque representa mi participación en la que fue la primera practica de Trabajo Social en la cual estuve inserta.
El diploma fue otorgado por los dirigentes de la JJVV n° 5 de San Pablo, donde en el año 2021 realizamos practica de comunidad. Al insertarnos en la JJ.VV, observamos que producto de la pandemia la comunidad vecinal estaba inactiva ya que los miembros no se reunían producto del plan paso a paso en la que se encontraba esa comuna.
Con el paso de los días comenzamos a trabajar vía remota con el presidente de la asociación, enfocándonos principalmente en postular al fondo 6% con el proyecto denominado “Cuido Mi Barrio”, esta fue la primera instancia donde se nos permitió demostrar nuestra capacidad de gestión y trabajo en equipo, quedando a cargo de administrar todo lo que respecta al proyecto elegido. A final del segundo semestre se le adjudicó el proyecto a la JJVV.
Este diploma me conecta a Trabajo Social porque a través de las acciones realizadas con mis compañeros de trabajo se logro realizar un importante cambio para el bienestar social y para el cuidado del medio ambiente que hoy en día ha tomado gran relevancia. En lo personal me contribuyó a mi desarrollo como estudiante ,ya que implemente todo lo aprendido a lo largo de esos 3 años, me demostró que a pesar de mi personalidad introvertida tengo la capacidad de involucrarme con las necesidades sociales y ser participe para generar un cambio en la comunidad
“Pasaje al conocimiento” Por Jazmín Torres
Desde pequeña me destaqué por ser una persona empática, siempre dispuesta a escuchar las necesidades y problemas de los demás, así como sus sentimientos, siempre dispuesta a ayudar en lo que se pueda…
Desde que me empecé a preocupar por mi futuro y qué quería, sin embargo, no tenía mayor conocimiento … Tuve un acercamiento a esta profesión, ya que vivo en el mismo sitio de mis abuelos y una trabajadora social se acercó a la vivienda de ellos y en ese momento me encontraba con ellos, al ver que la trabajadora social realmente se notaba apasionada y feliz de estar haciendo su labor, fue ahí cuando comencé a hacer preguntas relacionadas con su trabajo para que me pueda contar un poco más de lo que se trataba el trabajo social
Este objeto lo estoy donando es un pasaje de bus, porque representa todo el esfuerzo que hacen mis padres para poder diariamente ayudarme a formar mi destino, representa todo el esfuerzo que hacen para que pueda cumplir mi sueño de poder establecerme con una profesión y poder retribuirles todo lo que han hecho y sacrificado por mí y mi futuro.
Me conecta con el trabajo social, ya que, así como mis padres, hay personas que tienen menos recursos que igual, se sacrifican toda su vida para salir adelante, para superarse y para que sus hijos a futuro no pasen lo que ellos pasaron en el pasado
“mi cuaderno de campo” por Erwin Ojeda
Mi nombre es Erwin Ojeda, estudiante de 4to año y en realidad estudiar Trabajo Social nunca estuvo en mis planes, sin embargo, distintas circunstancias me llevaron a este camino en donde he aprendido muchas cosas no solo académicas y teóricas, sino que también valóricas para mi vida. He entrado en un mundo maravilloso donde puedo conocer a las personas, interaccionar con ella, generar lazos y lo más importante para mi que es generar cambios o ser un factor de transformación de las personas. Siempre me ha gustado ayudar a los demás sea en lo que sea, pero el trabajo social me enseño que puedo hacer mas cosas que ayudar.
Mi objeto es mi primer cuaderno de campo, el cual utilicé durante la práctica del primer semestre de este año. En este cuaderno no solo he escrito cosas relacionadas con la práctica, sino que también he hablado conmigo mismo y descubriendo muchas otras perspectivas de la vida. Este pequeño instrumento me ha hecho ver que hay muchas otras cosas que mejorar y muchas otras cosas en las que intervenir a través de la observación de la realidad social en la que nos encontramos.
Este objeto lo donó con mucho cariño para compartir la importancia del trabajo social en la sociedad y en mi vida.
“La Pescatilla”, Por Melissa Gallardo
La pecastilla se usa para que el arco del violín se use y suene el instrumento, es algo parecio al rol del trabajador social, ya que el entrega las herramientas necesarias para que el usuario pueda mejorar el y su entorno. Al igual que la pecastilla ayuda a que el arco cumpla su función.
“El Reloj” por Karla Molina
Este reloj simboliza Trabajo social para mí. A los 6 años, perdí a mi abuelo, con quien me crie. Antes de de su partida, él me regalo este reloj, el me lo obsequió por aprender a decir la hora. Para él y para mí este reloj simboliza sus palabras al decirme constantemente que llegaría a la universidad, cumpliría mis sueños y siempre sería la mejor en todo. Hoy, siendo la primera mujer en mi familia en estudiar en la universidad, a punto de egresar, en mi quinto año de carrera, entiendo plenamente el significado detras de este regalo. Este reloj simboliza el tiempo, la ausencia, el amor y el impacto que pueden tener las palabras de un ser tan querido como lo era mi abuelo
“Mis ojos ” Por Vanessa Retamal.
Los ojos, como fieles testigos, escrutan las profundidades de la desigualdad social. Desde las bulliciosas calles hasta los hogares silenciosos, captan las injusticias en acceso a necesidades básicas, oportunidades educativas y atención médica. Contemplan cómo algunos florecen mientras otros apenas sobreviven, mientras la riqueza y el poder se concentran en manos de unos pocos, dejando a muchos en los márgenes de la sociedad.
Desde mi infancia, mis propios ojos fueron testigos de un sinfín de desigualdades a mi alrededor. Crecí inmersa en una realidad marcada por la injusticia, alimentando en mi pecho un fuego de indignación y un anhelo profundo de justicia. Fue esa ardiente pasión la que me llevó a abrazar el ideal del comunismo, decidida a transformar mi indignación en acción. Así, decidí estudiar Trabajo Social.
Los profesionales de esta disciplina no solo observan estas disparidades, sino que se comprometen a enfrentarlas con determinación. Utilizan su perspectiva informada para abogar por políticas más justas, para fortalecer a las comunidades marginadas y para brindar apoyo directo a quienes más lo necesitan. Este compromiso fue lo que cautivó mi corazón y me hizo enamorarme de mi carrera. Comprendí lo esenciales que somos en la transformación de la realidad de las personas, y en la construcción de un mundo más equitativo y compasivo.
“Los ojos del trabajador social no solo contemplan la desigualdad, sino que también descifran las historias que hay detrás de cada situación desfavorecida. Estas historias alimentan su compromiso con la justicia social, impulsando la defensa de los derechos humanos y motivando el esfuerzo por un cambio positivo en la sociedad”.
“El Cucharón ” Por Sara Paredes.
Mi primera practica la realice en el comedor solidario Mateo XV, ubicado en el sector de Rahue Alto en la ciudad de Osorno, lugar donde de lunes a sábado se les proporciona almuerzo a personas de bajos recursos o en situación de extrema pobreza, este era realizado por voluntarias y voluntarios, que cada día se organizan para servir un almuerzo. Esta practica fue le primer acercamiento real que tuve hacia la carrera del trabajo social, ya que, pude conocer una realidad muy invisibilizada y entender la importancia del apoyo comunitario en la lucha contra la desigualdad y la exclusión social. El objeto que dono hoy es un cucharon de comida, el cual se utilizaba en el comedor para servir los almuerzos. Este cucharón representa la solidaridad y el compromiso con la comunidad. Este cucharón es más que un simple utensilio de cocina; es un recordatorio de que cada pequeño gesto de generosidad contribuye a hacer del mundo un lugar más justo y humano.